El anuncio realizado en días recientes de Bakkt sobre la emisión y custodia de futuros de Bitcoin (BTC) está generando gran entusiasmo. Se piensa que esta propuesta puede ser la puerta de entrada del principal criptoactivo del mercado al mundo bursátil.
¿Qué es un contrato de futuros?
Entender este tipo de contratos es tarea sencilla si revisamos sus orígenes. Los mismos nacieron bajo la premisa de los contratos a plazos, en donde al precio del día de la negociación se compra un bien y se va pagando a lo largo de un tiempo determinado. Una vez pagado el total del monto, el vendedor se obliga a entregar el bien.
En los futuros ocurre algo similar. El oferente vende un bien que deberá entregarse al finalizar el contrato, pero el pago también se hará al vencer el tiempo del contrato. No obstante, el precio se fija en el momento de la firma del contrato. Así, este tipo de convención implica que:
“…dos partes se comprometen a, en una fecha futura establecida y a un precio determinado, intercambiar un activo, llamado activo subyacente, que puede ser físico, financiero, inmobiliario o de materia prima”.
Como podemos ver, los futuros implican una enorme confianza de parte y parte, pues el comprador se obliga a pagar y el vendedor a entregar. Ahora, imaginemos las dificultades que esto implica para un activo tan volátil como las criptomonedas.
Los futuros de BTC ofrecidos por Bakkt

En el caso de Bakkt, está ofreciendo futuros de BTC, con lo cual se obliga a venderle al comprador BTC dentro de un tiempo determinado y establecido. A su vez, el comprador deberá pagar el precio, una vez recibido el criptoactivo, pero a la cantidad o precio establecido para el momento en que convinieron inicialmente.
Veamos el siguiente ejemplo. A le compra futuros de BTC a Bakkt por la cantidad de 2 BTC (cerca de 20.278,20 dólares). La fecha de vencimiento del contrato será el 31 de diciembre de 2019. Para el 31 de diciembre A deberá pagar los 20 mil dólares (sin importar cuánto valga BTC para esa fecha) y Bakkt se obliga a entregar los BTC en iguales términos.
Bakkt no se libera entregando dinero
Una de las mayores particularidades de la negociación ofrecida por Bakkt es que no se liberará o dará por cumplida su obligación con un pago en equivalente. Es decir, no podrá pagar con una moneda fiduciaria al momento del término del contrato. Obligatoriamente deberá entregar BTC.
En función de lo anterior, dicha empresa deberá tener en garantía todos los fondos con los que pretenda negociar. De ahí que se presuma que la enorme ballena de BTC, que vimos nacer en días recientes, pertenezca a Bakkt.
¿Qué implica invertir en futuros?

En cierta forma, esta transacción se trata de una apuesta, la cual se hace de alto riesgo dada la naturaleza de BTC. Así, si el precio baja excesivamente, el comprador hará una inversión a pérdidas.
No obstante, esta incertidumbre, no aleja a los inversores, sino que los acerca. Por su parte, el mercado de futuros de BTC abre varias posibilidades de inversión, tales como:
Solicitar un crédito para comprar futuros de BTC
Una de las principales características de los futuros es que se pueden obtener créditos bancarios para comprarlos. Con ello, se estaría nutriendo la inversión en BTC gracias a líneas de crédito.
Se pueden generar derivados
No sólo existen los futuros, sino que sobre los futuros se pueden replicar otros futuros, usualmente llamados derivados. Suena extraño, pero es una de las naturalezas de estos instrumentos financieros, siempre y cuando se respete el apalancamiento establecido por los órganos reguladores de la bolsa en que opere el activo.
Se debe otorgar una garantía de cumplimiento
Ambas partes se obligan a realizar un depósito en garantía. En este caso Bakkt también funcionará como custodio de los fondos. Por su parte, los particulares participantes deberán otorgar en garantía de fondos cantidades que oscilarán entre los 3.900 y 4.290 dólares. Monto que suele descontarse del precio total a pagar y al cual se le resta la correspondiente comisión del emisor del futuro.