Una revolución en la forma en cómo realizan sus pactos las personas en el siglo XXI
Los contratos son instrumentos o mecanismos con los cuales las personas convienen y se obligan a algo. Por lo general, estos contratos son soportados en papel. Ante esta situación, en el año 1993 el criptólogo Nick Szabo comenzó a idear un contrato que no dependiera de la voluntad de las partes para su funcionamiento. Además de que legalmente estuviese respaldado en un programa informático y no en un documento.
Esta realidad se hace posible gracias al Blockchain, particularmente con el desarrollo de la cadena de bloques de Ethereum. Estos contratos no están sujetos a las partes, y no pueden ser alterados por ellos. De igual forma, sólo se puede acceder a ellos cumpliendo condiciones preestablecidas.
¿Cómo funciona un Smart Contract?
Se crea un contrato dentro de la cadena de bloques, a objeto de que éstos no puedan ser alterados. A su vez, se fijan las condiciones que regirán dicho contrato, así como las condiciones que se requieren para acceder a él. Luego, las partes que quieren hacer uso del mismo, se adhieren con el compromiso de cumplir con las condiciones establecidas.
Esto permite una ejecución increíblemente rápida de lo pactado, ya que no se requiere pasar por trámites burocráticos. Tampoco estar sujetos a la voluntad de la parte en cumplir su obligación. De entrada, las partes quedan condicionadas al cumplimiento al realizar determinadas actividades para acceder al propio contrato.
En resumidas cuentas se traduce en que el contrato se ejecuta automáticamente, a medida que las partes se van adhiriendo a él. Se rigen bajo el parámetro if – then (si entonces). A modo de ejemplo se puede decir que:
Si colocas X cantidad de dinero fiduciario y permites que el sistema los bloquee, entonces podrás comprar la cantidad equivalente en criptomonedas. Si el vendedor libera las criptomonedas, entonces el dinero fiduciario bloqueado es liberado y transferido a su cuenta.
Puntos interesantes a tener en cuenta y que son funciones que permiten los Smart contracts:
- Permite los contratos multifirmas. Es decir, permite que para que se cumpla el contrato deban concurrir la voluntad de ambas partes.
- También permite dobles depósitos. Es decir, permite que ambas partes realicen simultáneamente sus obligaciones, a modo de que éstas aguarden la ejecución mutua para poder concretarse.
El derecho y los Smart contracts
En ocasiones, se suele señalar como ventaja de estos contratos el hecho de que no necesitan de un tercero, como un notario, para su validez. Esta afirmación es un error. Pues un notario no le da validez a un contrato, sólo certifica como tercero imparcial lo que las partes acuerdan. Lo que le da validez a un contrato es el propio compromiso de las partes en cumplir lo pactado.
Lo que sí permite el Smart Contract es un cumplimiento más rápido, con un estrecho margen para que las partes puedan retractarse o dejar de cumplir. En todo caso, lo que sigue quedando en una suerte de limbo o incertidumbre es lo que ocurre cuando un contrato de esta naturaleza es incumplido.
En todo caso, por ser un contrato, quedaría sujeto a las normas sobre ejecución que impongan las leyes del País en el que se configuró el acuerdo.
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